Autor: Ana María Iza
ISBN: 978-9978-77-549-3
Dimensión: 13 x 21 cm.
205 pp.
Año: 2021
Precio: $15
Si queremos asistir a ese encuentro entre lo doméstico y lo divino, entre la mujer que, según decía, escribía “entre los intervalos de la plancha, los biberones, el amor…” y “desde los vericuetos de ayer, de trasanteayer”, es necesario indagar en su propia definición de su quehacer literario. Iza decía que estaba dotada de una intuición, de unas antenas que le ayudaban a extraer del mundo la esencia que luego ponía en palabras. Para Chantal Maillard, la intuición es la razón poética: “una especial actitud cognoscitiva, un modo en que la razón permite que las cosas hallen su lugar y se hagan visibles”. Gracias a la razón poética, las cosas van dotándose de la singularidad que les permite hacerse evidentes. En el caso de Iza, desde su primera obra Pedazo de nada (1961), hay un deseo de hallar trascendencia en lo cotidiano y a veces nimio. ¿Por qué si no nos embarcaríamos en la lectura de un pedazo de nada? ¿De qué nada estamos hablando? No es como ocurre con otros autores que se hallan al final del camino e intuyen que no habrá vida después de la muerte. Recordemos que son los poemas de una joven de 20 años. La nada es menos cáustica; es sobre todo la evidencia de las ausencias y de las posibilidades perdidas o imposibles: la hermana que no nació, el hijo que no es hijo si no un corazón que nace de la tristeza, la paz mundial diluida de golpe al cerrarse una ventana.